Por: Mónica Lenoci
La salud en las comunidades indígenas: una deuda estructural que persiste.
La tuberculosis continúa siendo una amenaza silenciosa en muchas comunidades indígenas de Argentina, donde factores estructurales, sociales y ambientales se combinan para agravar su impacto. A pesar de los avances médicos, la enfermedad persiste con fuerza en estos territorios, revelando profundas desigualdades en el acceso a la salud.
Una red de vulnerabilidades
El acceso limitado a servicios de salud —muchos de ellos escasos o mal equipados— dificulta el diagnóstico temprano y el tratamiento sostenido de la tuberculosis. A esto se suman condiciones de vida precarias: hacinamiento, viviendas sin ventilación adecuada, y escaso acceso a agua potable y saneamiento, que favorecen la propagación de enfermedades respiratorias.
La desnutrición y la presencia de comorbilidades no tratadas debilitan aún más el sistema, Además, la prevalencia de enfermedades crónicas sin atención médica adecuada agrava el panorama.
Barreras culturales y desconfianza
La discriminación, el racismo estructural y la falta de personal médico capacitado en enfoques interculturales generan desconfianza hacia el sistema de salud. En muchos casos, los servicios no respetan las prácticas tradicionales ni contemplan el uso de lenguas indígenas, lo que dificulta la adherencia a los tratamientos. La presencia de traductores y acompañantes comunitarios es clave, pero aún insuficiente.
Contaminación y salud: un vínculo ignorado
En regiones como Formosa, la instalación de basurales a cielo abierto cerca de viviendas indígenas ha sido denunciada por organizaciones locales. La exposición constante a contaminantes ambientales representa un riesgo sanitario adicional que rara vez es inmunológico de las personas, aumentando el riesgo de desarrollar tuberculosis.
contemplado en las políticas públicas.
¿Qué se está haciendo?
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha desarrollado lineamientos específicos para el abordaje de la tuberculosis en pueblos indígenas, que incluyen estrategias de prevención, diagnóstico temprano y tratamiento con enfoque intercultural.
En el plano local, la respuesta es desigual. En Santa Fe, la Ley Provincial 11.078 —sancionada en 1993— establece un marco legal para el tratamiento integral de la situación política, social, económica y jurídica de las comunidades aborígenes. Esta norma reconoce la organización propia, la cultura, los usos y costumbres de los pueblos originarios, y promueve mecanismos de participación respetuosos de sus formas tradicionales de organización.
Un llamado al respeto y al diálogo
El intercambio de saberes, el respeto a los ancianos, a la naturaleza y a las tradiciones humanas de los pueblos indígenas no solo son fundamentales para su bienestar, sino que enriquecen a toda la sociedad. Abordar la tuberculosis en estas comunidades requiere más que medicamentos: exige voluntad política, sensibilidad cultural y justicia social.

